Entonces encontré algo que me convenció: EL HUEVO. Ya había oído esta práctica anteriormente, mi abuela me contó algo de esto. Pero Paz del blog Siempre Natural me lo recordó.
Resulta que el huevo ejerce maravillosos efectos sobre el cuero cabelludo y el cabello. La yema posee hormonas de crecimiento que fortalecen y ayudan al crecimiento del mismo. Además, por las grasas y proteinas que posee, actúa sobre el folículo piloso suavizándolo y nutriéndolo.
Y eso no es todo, además aporta al cabello brillo y volumen. También recomienda una solución de vinagre de manzana en agua para utilizar como acondicionador, ya que gracias al ácido acético fortalece el eje del cabello. Así que no me lo pensé más y me decidí a usarlo :)
Y el resultado ha sido estupendo. La verdad esque no dudaba de su capacidad para nutrir el pelo pero ¿para limpiarlo? ¿ y el olor que dejará? Aún así lo probé, y me aseguré de ensuciar bien mi pelo con espumas y gominas para comprobar bien los efectos.
Os cuento mi método:
A la yema de huevo se le añade un poco de cerveza, que le aporta brillo y elasticidad al cabello. Es importante utilizar solo la yema, porque la clara en estado crudo anula la biotina de la yema, y eso no nos interesa. Si tienes el pelo largo una yema se quedará corta, así que se pueden utilizar dos yemas o incluso tres si lo tienes muy largo. Se mezcla bien y se reparte uniformemente por el cabello masajeándolo y dejándolo reposar todo lo que queramos. Después se aclara con agua tibia/fría (esto evita que se cueza y se nos llene la cabeza de pedacitos de huevo.)
Para después del aclarado se aplica una solución de vinagre de manzana en agua, siguiendo esta proporción: 3 partes de agua por 1 de vinagre. En este caso he sustituido al agua por una infusión de romero y salvia en agua destilada, que fortalecen el cabello y le dan cuerpo y brillo (aunque pueden oscurecerlo), y he añadido unas gotas de aceite esencial de menta que da un aroma fresco y neutraliza el exceso de grasa. Se aplica con un pulverizador y se deja reposar de 10 a 20 minutos para que el cabello lo absorba.
Después se aclara el cabello con abundante agua y listo. Se puede utilizar gel de lino casero para moldearlo o darle cuerpo, pero yo no lo he necesitado. Este ha sido el resultado, un pelo limpio, brillante, suelto y con volumen. Y sin ningún rastro de olor a huevo, cerveza o vinagre, solo un leve aroma a menta :)
Hay mucha gente que utiliza bicarbonato sódico para lavarlo, aquí tenéis un ejemplo. Pero yo al tener el pelo más bien seco prefiero este otro método. Con esto me doy cuenta una vez más de lo dependientes que somos de los productos químicos aún siendo totalmente innecesarios. Así que yo, no se si definitivamente pero sí mientras siga teniendo estos efectos tan estupendos, digo adiós al champú :)
Como nota curiosa os dejo el caso de la cantante famosa Adele, que dice lavar su pelo solo con agua. Y menudo pelazo tiene!